La Muerte
Uno de esos recuerdos que persisten y de forma reiterativa fluyen cuando alguna situación parecida ocurre, es la sombra inevitable de la muerte .La primera vez que tuve conciencia de la misma fue a la temprana edad de siete años ,los niños no son conscientes de la realidad y viven un mundo imaginario ,donde piensan que la vida dura eternamente ,el tiempo no pasa y todo es un bonito juego permanente, sin embargo, en algunas ocasiones ,te encuentras de bruces con la realidad y todo se te viene abajo, como un castillo de naipes ,descubres que aquella señora tan amable que te ofrecía caramelos, mientras te preguntaba por tus padres, ya no existe ,la ves tumbada sobre el frio suelo ,la facies inexpresiva ,como si alguien le hubiese robado el alma, los ojos hundidos, la piel fría, cérea ,los huesos de la cara marcados como un molde cadavérico y un olor dulzon y agridulce se desprende de su cuerpo, mientras inunda la estancia donde todo esta dispuesto para el ritual fúnebre, flores ,velas en la cabecera y algunas fotos que recuerdan al difunto, te quedas ensimismado, observándolo todo mientras abstraído recuerdas algunos pasajes y momentos compartidos, escudriñas alguna mueca en su rostro deformado que lo identifique con la imagen que proyectas en tu mente, sin embargo tu capacidad de análisis y síntesis es incapaz de correlacionarlas ,es como si de pronto todo se hubiera borrado…Cuando por fin alguien te reclama ,vuelves a la realidad y entonces brotan imágenes recientes y lejanas, risas, llantos y cual puzzle todo encaja y la cruda realidad se hace patente devolviéndonos al dolor de la perdida ,una frase casi olvidada regresa “la muerte se lleva todo lo que no fue, pero nosotros nos quedamos con lo que tuvimos “
Siempre tuyo
Marques del Titán